Una prolongación del camino en el que se mezcla lo mágico con lo divino.

Aunque se conoce como camino de Santiago a finisterre o Prolongación Jacobea, su meta es visitar tanto Finisterre como Muxía, dos lugares con una magia especial y donde antiguamente se situaba el fin del mundo conocido.

Desde la Edad Media muchos de los peregrinos que llegaban a Compostela, continuaban su viaje siguiendo la Vía Lactea hacia el lugar que se consideraba, hasta el fin del Medievo, el «finis terrae», la punta más occidental de la Europa continental.

Muchos caminantes sumaban a esta atracción por el fin del mundo el deseo de peregrinar a aquellos lugares donde la tradición situaba prédicas del Apóstol y, la leyenda, alguno de los milagros vinculados a la traslatio jacobea.

Ya desde época romana el cabo de Finisterre era un punto de especial atracción sobre todo relacionado con el sol. Según la tradición en esta costa habría altares de adoración al sol, altar de adoración al sol en los que se paractiacrían rituales de fecundidad y a donde llegaban cada tarde las legiones romanas para ver apagarse al astro rey en el mar. La leyenda apunta que fue el Apóstol quien destruyó ese sitio de culto pagano para levantar en su lugar la ermita de San Guillermo, ahora desaparecida.

Además de Finisterre existe otro lugar con vinculos Jacobeos: Muxía, con su majestuoso Santuario da Barca, auténtico monumento de piedra abierto al mar. En la Edad Media se extendió la creencia de que la Virgen María había acudido al lugar en una barca de piedra para dar ánimos al Apóstol Santiago en su predicación por el noroeste de la Península.

Esta prolongación del camino se inicia poco después del descubrimiento del Apóstol, pero es a partir del siglo XIII cuando se convierte en lugar de peregrinación recogido en distintos textos, posteriormente fue decayendo a mediados del siglo XVI. Actualmente recupera el interés de muchos peregrinos.

Toda esta zona conocida como «Costa da Morte» nos da una clara idea de su peligrosidad y sus numerosos naufragios. Un recorrido que merece la pena por su gran belleza y que nos hara disfrutar de unas espectaculares vistas, del arte y de la naturaleza.

Etapa 1 – Santiago de Compostela – Nereira (21kms)
Etapa 2 – Negreira – Olveiroa (33kms)
Etapa 3 – Olveiroa – Fisterra (34,9kms)
Etapa 4 – Fisterra – Muxia (29,3kms)

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