Los primeros indicios en Galicia sobre el uso de los molinos hablan de un modelo primitivo, destinado a moler el grano que empleaba la fuerza hidráulica, formado por una pequeña rueda horizontal.
En el municipio de Poio la mayoría de ellos se encontraban en lugares de espectacular belleza, aunque la abundante vegetación que crece a su alrededor provoca que el trabajo de reparación y mantenimiento sea continuo por lo que, en cuanto son abandonados, adquieren un aspecto ruinoso que dificulta su estudio.
Poio ofrece a sus visitantes la belleza de dos rutas de este tipo: por un lado la Ruta de los Molinos de La Freixa, en la parroquia de San Xoan; por otro la Ruta de los Molinos de Samieira, en la parroquia del mismo nombre.
Molinos da Freixa
Inicio: Área Deportiva de A Seca (San Xoán de Poio)
Parking Coordenadas GPS: 42.439951, -8.690496
Inicio Camino Coordenadas GPS: 42.437766, -8.687090
Fin: Área Deportiva de A Seca (San Xoán de Poio)
Distancia: 1,8kms ida y vuelta
Dificultad: Baja
El Concello de Poio cuenta en la parroquia de San Xoán con una ruta de molinos de agua en la zona conocida como A Freixa.
Siguiendo por la costa desde Combarro en dirección a Campelo, y justo antes de llegar a esta última población, se encuentra una cala llamada precisamente caleta de A Freixa, donde desemboca el río Cancela. Es precisamente a lo largo del cauce de este río donde se encuentran un total de nueve molinos de agua, siete de los cuales han sido objeto de rehabilitación. Este proceso de rehabilitación ha servido igualmente para el acondicionamiento de una zona adyacente de alrededor de 2 hectáreas, que corresponde al tramo existente entre la desembocadura del río Cancela y el molino llamado da Casanova o Casagrande.
Hay que destacar también la recuperación íntegra de uno de los molinos de esta zona. Se trata del denominado Muiño de Arriba, que pertenece a un grupo de molinos en la margen derecha del río, y que ha sido totalmente rehabilitado, incluyendo los mecanismos de rotación y de trituración, así como las piezas y elementos complementarios. Este molino estaría listo para su puesta en funcionamiento y con capacidad real para moler.
Este molino culmina en una pequeña cascada de gran belleza.
Todas las edificaciones actuales de los molinos están compuestas de una sola planta, aproximadamente rectangular, de superficie en torno a los 6×4 metros, con un único espacio o estancia. Los muros (todos exteriores) son de mampostería de piedra, de unos 60 o 70 cm de espesor.
Al comienzo de la ruta, aproximadamente a 100m de la desembocadura del río Cancela, nos encontramos con un primer grupo de cuatro molinos, los denominados Muiños da Freixa. Este grupo está compuesto por tres “molinos hermanos” que toman su nombre de su ubicación: Muiño de Arriba, Muiño do Medio y Muiño de Abaixo, los tres situados en la orilla derecha del río. El grupo se completa con el Muiño da Banda, denominado así por estar situado en la otra “banda”, es decir, en la orilla opuesta. Este molino culmina en una pequeña cascada de gran belleza.
Continuando río arriba, tras caminar por senderos o caminos de carro y pasando viñas, ciruelos y arbustos cargados de moras silvestres, nos encontramos a medio camino de nuestra ruta. Aquí, en el centro de una zona de praderas ideales para actividades agrícolas, aparece el Muiño da Bufa. Tiene un hermoso canal de unos 40m de longitud con un sendero enlosado que discurre paralelo al mismo.
Sin parar de ascender siguiendo el curso del río Cancela, llegaremos a una zona con más árboles y desniveles más pronunciados, donde se destacan el Muiño da Gramalla y el Muiño da Casanova ou Casagrande.
En Galicia son bastante habituales este tipo de conjuntos ubicados a lo largo del cauce de un río o riachuelo, lo que evidencia la gran importancia que tuvieron en su tiempo estos enclaves como fuente inagotable de energía. Este conjunto de gran interés etnográfico tiene un valor añadido, y es que se enmarca además en un espacio natural que invita al descanso y a largos paseos por los alrededores, y que se presta a una gran variedad de actividades de ocio muy recomendables para toda la familia.
Molinos de Samieira
Inicio: Plaza de Afredo Romay Besada (Samieira)
Parking Coordenadas GPS: 42.419117, -8.739044
Inicio Camino Coordenadas GPS: 42.419334, -8.739210
Fin: Plaza de Afredo Romay Besada (Samieira)
Distancia: 5,5kms ida y vuelta
Dificultad: Baja
El ayuntamiento de Poio cuenta con una ruta de senderismo que recorre las orillas del río Freiría, conocido también como Ruta de los Molinos, situada dentro de parroquia de Samieira. Considerada como una de las rutas más importantes de las Rías Baixas, se trata de un recorrido de alrededor de 10 kilómetros a través de la ladera sur del Monte Castrove, con un tiempo de ruta de aproximado de dos / tres horas. Aunque es un recorrido sencillo, de baja dificultad, hay que tener en cuenta que discurre cerca de un río, por lo que unas buenas botas son recomendables en invierno y primavera.
El primer trecho del paseo permite contemplar diversos ejemplos del arte y de la arquitectura popular gallega, tales como hórreos y cruceros. En esta zona nos encontraremos con la mayor parte de los 23 ejemplares de molinos que se van sucediendo a lo largo del recorrido siguiendo el caudal del río, en diferentes estados de conservación y dos de los cuales siguen funcionando hoy en día.
La segunda parte del camino se aleja del río para adentrarse en los montes del lugar, donde se observan distintas fuentes, calzadas, miradores naturales y diversas muestras del pasado prehistórico del ayuntamiento.
En el tramo final de la ruta podemos acceder a los dos miradores del recorrido, el primero en la zona de Fonte Xesteiros, y el segundo en la estación conocida como Outeiro da Burata, un magnífico mirador natural desde el cual poder observar la ría de Pontevedra y la Isla de Tambo.
Los molinos de agua de la parroquia de Samieira son pequeñas construcciones de piedra que se extienden a lo largo del río Freiría dedicadas a moler el grano de maíz, trigo o centeno por medio de una rueda para obtener harina.
No es fácil concretar la fecha exacta de la construcción de los molinos de agua, pero se piensa que son de finales del siglo XV o principios del XVI, debido a la llegada de un nuevo tipo de maíz procedente de América, con un grano más grande imposible de moler en casas convencionales.
La primera catalogación se calcula alrededor del año 1500 y está documentado que en el año 1753 ya existían 27 molinos, de los cuales funcionaban todos excepto uno.
La situación de los molinos responde a las características de la zona, aprovechando los desniveles naturales y los giros del terreno para poder construir los canales que llevasen el agua al molino.
Los molinos podían ser de dos clases:
De levadores – molinos particulares compartidos por distintos dueños, generalmente los herederos del primer propietario.
De maquía – molino de un único propietario al cual acudían a moler los que tenían molino propio a cambio de una parte de la harina.
Casi todos los molinos dejaron de funcionar en los años 60-70, y hoy en día los únicos que funcionan regularmente son el molino de Cubo de Abaixo y el molino Suárez.
Los molinos eran además lugares de encuentro y espera para las largas horas de molida, tanto de día como de noche. Esto incitaba a un ambiente festivo y de diversión, lo que se ve reflejado en la música popular y en el folklore de las cantigas.