Finisterre era considerado en la antiguedad el fin de la tierra. Se le consideraba el punto más occidental de Europa. Sin embargo es el Cabo da Roca en Portugal quien ostenta dicho titulo, siendo el Cabo Touriñan el punto más occidental de España. El hecho de no tener las posibilidades de una medición precisa unido a la forma tan alargada del cabo, que se adentra 3 kms en el mar y su situación en un extremo del imperio romano le dio durante siglos el título de extremo de Europa.
Aunque no sea el punto más occidental la sensación para viajero es de que lo es; de que estamos ante el fin de la tierra y así lo debió de percibir el hombre antiguo por la cantidad de leyendas en torno a este lugar mágico.
Anteriormente había en este lugar, el santuario llamado Ara Solis, que era un templo dedicado al Sol, se cree que antiguamente se encendían fuegos para guiar a los navegantes.
En este lugar existen restos arqueológicos de Vilar Vello y la ermita de San Guillermo, muestras de la habitual cristianización de lugares en los que eran frecuentes los ritos paganos. También se han descubierto señales de la afluencia de peregrinos desde tiempos de la edad media. Actualmente es frecuentado por peregrinos que prolongan su camino, después de su visita al Apóstol, hasta el fin de la tierra.
Antes dellegar al faro se desvía un camino a la izquierda que conduce al famoso cementerio diseñado por el arquitecto Cesar Portela que ha sufrido a la vez numerosas críticas y elogios.
La decisión de construir un faro en este lugar se tomó en 1843 y comenzó su funcionamiento en 1853. En un principio estaba dotado de una luz blanca giratoria con eclipses de 30» en 30″ que era producida por un aparato catadióptrico de 1º orden y una lámpara que consumía aceite de oliva.
Desde 1888 el faro cuenta con una sirena, necesaria debido a las densas nieblas de la zona que impiden la correcta visibilidad de la luz del faro. Debido al peculiar sonido se le conoce como A Vaca de Fisterra.
En 1931 se electrificó la instalación, y se dotó al faro de un aparato óptico de giro rápido que daría la característica actual de destellos cada 5″ y un alcance para tiempo ordinario de 23 millas náuticas.
El faro actual tiene un alcance de 31 millas (57 km) con una altura de 17 metros y a 143 metros sobre el nivel del mar. La torre es de base octogonal. La linterna se sitúa por encima de una cornisa con balcón. Por delante del faro podemos ver el edificio donde se ubica la casa del farero.
Recomendamos hacer coincidir la visita con la puesta de sol para poder contemplar cómo desaparece el sol en el mar, se trata de un momento mágico que será difícil de olvidar.